viernes, 20 de febrero de 2009

Grullas


En exámenes hago grullas. Es lo único que sé de papiroflexia, pero es suficiente para canalizar el estrés. He llegado a juntar treinta pajaritos de papel de colores (algunos de ellos incluso decorados con pilot negro) que se encuentran dispersos por mi cuarto, para gran desesperación de mi padre.

¿Cómo no voy a obsesionarme hasta extremos psicóticos? El otro día fue un auténtico show el examen de citología, cuando (tras tratar en vano de auto-convencerme de que no era para tanto), llegué al vestíbulo previo a nuestra clase y me encontré con que más de la mitad de la gente que había allí eran repetidores.

Lo admito: me dejé llevar por el pánico cuando empezó la típica ronda de preguntas en plan: “¿el gen que codificaba para la familia INK4 era p15?” (momento en que el tiempo se para mientras intentas enmarcar la familia de proteínas INK4 en alguno de los cientos de procesos celulares que has tenido que memorizar, y descubres horrorizado que ni siquiera sabías que te tenías que estudiar sus genes codificadores).

Entonces llegó el momento quinescencia. Toda mi actividad cerebral se detuvo mientras éramos llamados al aula por orden de lista (proceso que habría que abolir inmediatamente, por su enorme parecido con los campos de concentración). De hecho, creo que lo único positivo del proceso fue que por primera vez leyeron bien mi apellido a la primera y de corrido.

El examen… fue ¿cómo decirlo? Desconcertante. No era fácil, pero tampoco imposible. Era, sencillamente, el tipo de examen que uno esperaría encontrar en esta asignatura.

Ahora, a estudiar anatomía.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Navegando por la blogosfera he llegado a aquí y lo que escribías me iba resultando familiar... hasta que he llegado a esa foto con los inconfundibles dibujos de Muri!!
Así que ya que estás pasando por los mismos felices traumas por los que pasé yo, sólo puedo decirte que si puedes con MariPili y su amorcito puedes con todo jaja. Y que el examen de anatomía tampoco lo suelen complicar demasiado (al menos no tanto como ese maravilloso departamento de cito), eso sí el Rouviere no lo toques o morirás fulminado... así que ánimo y mucha suerte!!

AliciA dijo...

Mira, si había tantos repetidores que no conocías, es por que no iban a clase, y si no iban a clase, ¿cómo van a aprobar? Ánimo, chico, no te fíes de la gente!

Jorge Quirós dijo...

jaja, increíble, Yo. lamento decir que el matrimonio Pili-Correcto ya lo he probado, ugh!
jeje, mola! se confirma la teoría de la maravillosa maravillosidad de Murillo, que es inconfundible en todas partes!
espero verte más por aquí, a que me guíes un poco!

Puf! Ali, no sé si el año que viene yo serviré para asustar a otro estudiante de primero!

Marta (Tuki) dijo...

A mí también me activa el sistema nervioso periférico eso de que me llamen por orden de lista,más contando que mi apellido empieza por V,así que el calvario pre-examen se agrava un tanto...

P15,P53...qué entrañables esos chicos y la fosforilación,y las quinasas,y las fosfatasas...Una cuadrilla muy maja.

Yo en exámenes escribo.Más que nunca.Se ve que al tener el coco estimulado me sale todo lo que tengo guardado por el subconsciente.Molan las grullas,por cierto.

Un beso,doctor

Dra Tuki

Ivy dijo...
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