martes, 13 de enero de 2009

Comer con tenedor y bisturí

Hoy he estado comentando con un compañero la total presencia de nuestra carrera en nuestra vida...concretamente a la hora de las comidas.
El primer día que vimos algo con "carne" (fetos humanos) comimos bastante normalmente en la facultad. Una semana después, otro compañero me alarmó seriamente al manifestar que las croquetas de ese día sabían a feto (las croquetas no han vuelto a saber raro, lo que me escama aún más).
El día que tocó prosecciones del brazo, fue bastante sorprendente el hecho de que algunos olieran a jamón serrano. Algunos hicieron voto de no volver a comerlo. Nadie cumplió su palabra. Pero a la hora de cenar, al ver los filetes crudos al lado de la sartén, dije impulsivamente "Ugh!", lo que fue bastante para que mi madre no quisiera saber lo que había hecho ese día.
El siguiente capítulo viene el día de la cena de Navidad, cuando una de las fotos de la carta recordaba horriblemente a un filete de glúteo mayor (músculo que habíamos tenido la oportunidad de observar horas antes).
Pero no para ahí la cosa, un día comiendo pavo, fui a cortar el trozo y de pronto me descubrí identificando las características del músculo que me iba a comer: dos fascículos de origen, aspecto fusiforme, recubierto por una FASCIA (la cada-vez-más-asquerosa telilla que hay entre los músculos y la piel), etc.
Y otro día, con los huesos del cordero pude observar que sus fémures son sorprendentemente parecidos a los humanos (aspecto nada alentador)...
Ese tipo de cosas, unidas a una obsesión que tengo desde siempre de eliminar todas las venas de lo que me voy a comer (que me lleva a hacer auténticas y asquerosas disecciones en la mesa), hace que este sea un mundo demasiado complicado para algunos
.


Si escribo esto ahora es para quitarme de los nervios de antes del examen de conducir...SOCORROOOO!

6 comentarios:

Isabel dijo...

Antes que ná, suerrrrte en el examen!! Importante el dato de no atropellar a nadie.

No veas qué afortunada me siento estudiando Derecho ^^ Yo no identifico vísceras cada vez que voy a comer algo..eso sí..veo contratos por todos los lados!!

1/2beso!

Ego... dijo...

Bon apetit!!
A mi me pasaba igual con mi carrera, cada cosa rara que aprendía terminaba por invadir mi día a día...
Espero que no sufras más adelante el síndrome del estudiante de medicina.
Una hipocondrías noche y día...
jaja!

AliciA dijo...

Por lo menos reconoces que lo que haces en la mesa es asqueroso... Menos mal que yo pongo entre tu plato y el mío la barrera de la jarra de agua...

Ivy dijo...

éxitos en ese examen!!!!

a todos nos pasa así, ojalá no te vuelvas hipocondríaco como dice Ego

millones de besos argentinos!!!!!!!

(a cambio de un par tuyos, injusto!)

Marta (Tuki) dijo...

Mi primer día en la sala de disección me dejó el estómago del revés por el olor del ajjqueroso formol.Así que aprendí a llevar Vics Vaporub y ponerme un poco en la nariz antes de entrar.

Lo curioso,hablando del gran parecido de las fascias y los músculos con el jamón,es que una de mis amigas salió y se metió entre pecho y espalda un bocadillo jamonero,mientras que yo no pude ni cenar. Lo del feto, en cambio,no me tocó tanto,ya que una está acostumbrada a ver fetos de plástico que venden los chinos en tarros de blandi blu.

Suerte con el coche y mucho ojo con las venas superficiales,que se rompen con sólo acercar el bisturí!!

Un besazo doctor

DRA TUKI

Nepomuck dijo...

bueno,Sergio(¿o debería decir Frikilósofo o Grifo?),lo siento por el exámen y,¿los "hilillos" que le quitas al pollo qué son venas,arterias o qué?